Para muchos ha sido un año difícil, para algunos el mejor porque lograron pescar en río revuelto, pero nos queda un fuerte sinsabor por la situación actual en el mundo y en nuestros hogares.
Y, como siempre, esperamos mejores tiempos, aunque si no se cambian los ingredientes y la forma de cocinar habrá que seguir comiendo lo mismo y tal vez hasta de peor calidad por los continuos cambios de la vida diaria.
El grandioso Espíritu de la Navidad puede dar el empujón para un mejoramiento real, es cuestión de:
Decidir realizar verdaderos cambios,
Decidir que el aliento de vida (ch’i) sea una verdadera fuerte de bienestar,
Decidir sentir y vivir la navidad como debe ser.
Aquí cabe la pregunta perfecta ¿cómo?
La respuesta es concreta: Recibiendo el Espíritu de la Navidad.
Por un lado, es muy agradable disfrutar del colorido, del compartir, del festejar y desear lo mejor a los demás y obviamente a sí mismo, incluso sentir motivante la gran risa de Santa, Ja Ja Ja.
Por otro lado, luego de decidir diluir la vida en la gran fuerza navideña, hay que hacerlo como se debe hacer y especificar muy bien lo que se quiere lograr en los próximos meses.
Hay que limpiar y organizar la casa porque el evento lo amerita y ahora más porque será usado para el logro de objetivos muy específicos. Y está más que comprobado que todo desorden limita, estanca y perjudica la vida del individuo. Desorden y objetos amontonados en la entrada de la casa… miedo a relacionarse con otras personas.
Siendo el Árbol de Navidad el gran emblema de fin de año y el certero representante de longevidad, salud y la espera de que sus frutos sean reales y de la mejor calidad (frutos = peticiones para cada uno), es más que necesario el colocarlo en nuestra casa, pero ¡ojo! No es en cualquier parte de la casa, ni cualquier arbolucho, escoger el mejor sitio es como sembrar en la mejor tierra y obviamente el mejor árbol.
Según el arte Feng Shui es necesario que lo ubiquemos en el Noreste o Nororiente porque los frutos se podrán sentir de prosperidad económica, de crecimiento en el mundo de los negocios y de competencias ejecutivas; también puede colocarse en el Sureste o Suroriente para sea una prosperidad integral y completa para toda la familia. En ambos casos es recomendable que sea un árbol verde y muy adornado con los alegres colores rojos.
Y no sería una navidad completa si no tuviese los adornos correspondientes, pero cada uno debe elegir cual necesita que predomine:
Corona: Larga vida.
Flor de navidad: Felicidad y amor.
Ángeles: Amor y bondad.
Cajitas de regalos: Nuevas oportunidades.
Campanas: Alegría.
Bolas de colores: Frutos, prosperidad.
Y para cerrar con broche de oro, si la persona está necesitando una relación de pareja, un nuevo trabajo, estudiar, graduarse, hacer un viaje, mejorarse de una enfermedad, un carro nuevo, etc. Debe representarlo y llevarlo al árbol o a la decoración.